RUS Miami. Miami Trash Machine

Espacio público / RUS
Miami, Estados Unidos
2008 - 2009
Desechos de coches. Espacios urbanos. Juguetes. Neumáticos.

El modelo urbano que define la forma y el crecimiento de la ciudad norteamericana está directamente relacionado con su modelo económico liberal. Miami es una ciudad extendida generosamente en el territorio de la península de Florida entre los pantanos del oeste y la costa atlántica. En 1785, Thomas Jefferson, uno de los principales fundadores de los Estados Unidos de América, estableció las bases del urbanismo americano al crear el sistema público de catastro del territorio de los EE. UU.

Miami, como la mayoría de las ciudades norteamericanas, ha crecido basada en este modelo territorial extensivo que tiende a la dispersión en lugar de a la concentración, tomando como estructura urbana una retícula ortogonal de una milla cuadrada. Este modelo, ideado con fines higienistas originalmente, ha terminado generando áreas urbanas de muy baja densidad, articuladas mediante abundantes infraestructuras de comunicación viaria. En esta ciudad dispersa, el coche privado se convierte en el elemento indispensable de comunicación, dificultando los trayectos a pie y complicando las redes de transporte público.

En este contexto, el automóvil se convierte en un auténtico médium en la relación de los ciudadanos con la ciudad, creando una burbuja alrededor del individuo y condicionando su experiencia del espacio público. Aparecen fenómenos de culto al coche como manifestación de la individualidad y se produce una mistificación del entorno privado. Esto se traduce en una falta de espacios colectivos, como plazas y parques, dificultando el contacto e intercambio entre diferentes sectores sociales.

Partiendo de un análisis de la planificación urbana de Miami se puso de manifiesto esta situación de colapso del espacio público y una ausencia casi total de tejido relacional en el contexto urbano, exceptuando casos puntuales como las playas y los paseos marítimos en Miami Beach.

Proyecto

Empleando como materia prima desechos de automóviles, se llevó a cabo una instalación de carácter itinerante, bautizada como Miami Trash Machine[1] –MTM–. Un objeto a modo de sound system[2] interactivo en el cual el público era el protagonista de un evento público de carácter lúdico e integrador. Un juego de luces, fuentes de sonido y sensores que colonizaba temporalmente distintos lugares de la ciudad generando parámetros de actividad y comunicación no reglada, a la vez que se planteaba la cuestión: ¿Es posible habitar el espacio público de Miami?

La intervención giró en torno a dos ejes temáticos: la situación de subordinación del espacio público frente al privado en Miami y la omnipresencia del coche en la ciudad como máximo exponente de la esfera de lo privado. Se puso a prueba la capacidad de activar espacios baldíos mediante un objeto de socialización subvirtiendo el uso del automóvil como bien de consumo para transformarlo en un bien de acción e intervención colectiva. Se llevó a cabo en colaboración con dos colectivos artísticos norteamericanos que trabajan en el ámbito de la electrónica y la interacción sonora: Viking Funeral –Carlos Escurra y Juan González– de Miami y Scrapyard Challenge –Katherine Moriwaki y Jonah Brucker-Cohen– de Nueva York.

Para la construcción del MTM se recopilaron restos de coches, viejos equipos de sonido y juguetes rotos procedentes de vertederos, desguaces –U-Pick–, mercadillos y tiendas de segunda mano de toda el área urbana de Miami. Todo este material se trasladó a The Loft Space, una gran nave en desuso ubicada entre los barrios de Wynwood y Design District, que sirvió de centro de operaciones durante las dos semanas de construcción del sound system y en la exposición posterior.

Como base para la construcción del MTM se utilizó la parte trasera de una furgoneta pick-up abandonada, encontrada por azar en una de las derivas en el barrio de Wynwood. Sobre ella se instalaron todos los componentes generadores de sonido y luces. La parte sonora del aparato, diseñada para ser un instrumento musical colectivo, estaba compuesto por una caja de ritmos[3], dos sintetizadores fotosensibles, dos teclados electrónicos y un sampler[4] accionado por pistolas de agua y construido con juguetes sonoros reutilizados. Sobre el remolque, el MTM era totalmente portátil y se desplazaba al lugar de la intervención, donde generaba sonido a partir de la interacción con las personas que acudían al lugar. La instalación fue ideada para ser manipulada e intervenida libremente por los potenciales usuarios.

Miami Trash Machine realizó intervenciones en cuatro localizaciones de la ciudad bien diferentes entre sí. La primera tuvo lugar en un solar usado como parking frente al Churchill´s Pub[5] a la salida de un concierto nocturno. La segunda se realizó en el Karma Car Wash[6], lavadero de coches y restaurante de comida orgánica. La tercera acción tuvo lugar en el patio de la escuela Edison Park en el distrito de Little Haiti y la acción final se realizó en Jimbo´s[7], un local situado en el parque natural en Virginia Key junto a la depuradora de agua de la ciudad. Los cuatro lugares estaban próximos a un foco de actividad con el objetivo de generar sinergias y ofrecer nuevas posibilidades de uso en espacios normalmente dedicados al automóvil. Las intervenciones del MTM tuvieron un impacto en públicos muy diferentes y aun así todos estos interactuaron con el sound system de manera activa. Las reacciones eran totalmente insospechadas y particulares en cada lugar, dependiendo de los agentes que se involucraban: la parroquia nocturna de Churchill´s, los escolares del barrio haitiano, los clientes del autolavado y los hippies que merodeaban por Jimbo´s en Virginia Key.

RUS Miami Mapa

Durante dos semanas, el MTM permaneció expuesto en The Loft Space junto con documentación de las acciones en vídeo y otros formatos sobre los ejes temáticos del proyecto, así como varias instalaciones interactivas que complementaban al sound system y abundante información sobre el urbanismo en Miami.

[1]. Miami Trash Machine –Máquina de la Basura de Miami–. Guiño a ‘Miami Sound Machine’, nombre de la banda de la artista cubana afincada en Miami, Gloria Stefan.

[2]. Conjunto de dj´s con equipos de música portátiles que se popularizaron en Kingston, Jamaica, desde los años 50, convirtiéndose en una pieza importantísima de la cultura popular en la isla.

[3]. Funcionando con el software Beat Machine Amateur –Kapslowy sekwencer muzyczny–, desarrollado por Marcin Walesa, Krzysztof Wojtas y Jan Mazurczak.

[4]. Reproductor de sonidos pregrabados.

[5]. Conocida sala de conciertos de la ciudad situada en el 5501 de la Northeast 2nd Avenue, en el distrito de Little Haiti.

[6]. Karma Car Wash. 7010 de Biscayne Boulevard.

[7]. Jimbo´s es un lugar bien conocido en Miami por haber sido localización en series como Flipper y por reunir cada día a un heterogéneo grupo humano en un ambiente situado en el límite entre una chatarrería, un club social ilegal y una choza en el pantano.

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